¿Qué planeta dejaremos a nuestros hijos?
La niña con el globo ilustra bien nuestros temores
proyectados sobre las consecuencias de un fenómeno global que conocemos en
progreso ... ¿Irremediablemente?
En la web, la contaminación plástica ha invadido todo; se
combina con los efectos del calentamiento global: un oso blanco se asfixia
mientras vaga por la arena en busca de su hielo perdido; una cigüeña se
asfixia, empacada como una batería de pollo; un mono ha encontrado un objeto
cuya naturaleza no comprende; finalmente, las tortugas haciendo muecas están
rodeadas por el plástico maldito que cubre gradualmente la superficie del
océano para formar nuevos continentes.
En este fondo de desolación, la niña se levanta y hunde sus
ojos en los nuestros. Hay ira en esta mirada, un reproche infinito, una culpa
dirigida a todos los ancianos que hipotecan su futuro y desprecian su derecho a
la imprudencia.